Irresponsables:

H - Ewan Dusk: dirección y redacción

Hellin Dusk: diseño y redacción

Byron: redacción y edición



Curiosidad

Antes que nada debo decir q esto está guardado desde hace tiempo, pocos fueron quienes lo leyeron y menos aún quienes supieron a aquello que aludía. Creo que soy una creatura perdida entre la emoción y la razón. Hay ocasiones en que aquello que siento no es lo que debería según lo que pienso. Hubo una vez que algo resultaba, a su particular modo, muy bello, y si bien mi estúpida cabeza me hizo creer que el ansia por acercarme era aquello que no nombraré (sí, eso, pero no era) no era más que curiosidad. Por eso, esto va dedicado a R... GB... o el nombre que sea...


Curiosidad

-
Fue para mi común
aquel momento tan breve
al verte por primera vez
y descubrir tu sonrisa leve.
Fué típico, como siempre,
que quise tu nombre saber,
tu edad y cuál múscia oías,
las películas que gustabas ver.
-

Se hizo de pronto atípico
que ya no pude contener
el deseo de seguir hablándote
hasta acabarte de conocer
por alguna razón incierta
que no he entendido aún
a pesar de que en verdad
nada tuviéramos en común.
-

En medio de mi cabeza
el vacío se quería llenar
motivado por la nada,
por todo o por algo más,
con cada ínficmo detalle
de tu real identidad
enfermándome de ese virus
que es llamado curiosidad.

-

Simple Complejidad

Los conceptos de simple o complicado, y de fácil o difícil, se resumen en mi pasar así:
Enemigos se rinden, son derrotados o me obligan a retirarme. El sustento proviene de cualquier fuente, en cualquier medida, pero lo hallo. Ambos son complicados, pero fáciles. Lo único que me resulta difícil, hasta un límite que soy incapaz de ver, es a la vez lo más simple de todo; pues odiar y comer, con todas sus miles de variantes, es fácil y natural, pero el tercer verbo, con su respuesta única, sumamente simple, logra con su dificultad reducirme a la nada, pues es una sola palabra que convierte en polvo mi razón, y en eso se resume solo parte de mi derrota pero a la vez toda la causa de mi absoluto vacío:
Ella

Stanzas a H

Cuando borre al fin de mí, Letheo oscuro
de mi alma cada instante gris e impuro
nuestro encuentro brillará únicamente
como estrella en firmamento, incandescente.

Y así te recordaré yo, amigo siempre
descifrando melodías en tus versos
y bebiendo en tu talento la simiente
de quien plasma como en sangre el sentimiento.

Lejanas quedan las eras ya perdidas
de los poetas y sus musas dormidas
jugueteando en el mar, pálida brisa
que me empuja a tu memoria amada, infinita.

Como a un griego tus autores te llamaron
y mis sueños entre versos te evocaron,
mientras sólo me encontraba yo añorando
a un amigo extraviado en un barco, y llorando...

En el camino que tu huella marca ahora
espera mi alma nos sigamos encontrando
y recito en tu honor, como en la aurora,
estos versos que mis musas van cantando.

Espero que a mi estimado H, le agraden éstas que son para él, en su honor.

Demente, malvada, y peligrosa de conocer

Bien, he aquí otra de mis crónicas byronianas, espero que les guste. Confieso que fue muy estresante para mí escribirla, pues no estoy muy inspirado y la temática es por cierto bastante enojosa...Pues habla de un desengaño amoroso que tuve la desgracia de padecer.

Demente, malvada, y peligrosa de conocer


Cierta tarde fui invitado a una recepción en la casa de una vieja amiga, lady Westmoreland. Habían muchas damas allí, admiradoras de mi más reciente libro. La anfitriona por cierto una dama muy agradable, quiso presentarme a una conocida suya, de nombre Caroline Lamb. Pero la dama en cuestión, huyó de la casa de repente antes de que fuésemos presentados. Una conducta por cierto muy intrigante. Además, me había dejado una nota sin firmar, donde decía: " Debes, y te mereces, ser feliz" aunque también me habían dicho que había resumido mi carácter en estas palabras: "Demente, malvado, y peligroso de conocer."Qué persona tan extravagante y misteriosa. Pero aún yo no la conocía del todo bien como para poder estar seguro de cuán demente estaba. Días más tarde en otra fiesta en la casa de Lady y Lord Holland fuimos presentados. Fue en una tarde de marzo, radiante. Me perturbó la apariencia de Caroline, estaba muy delgada. Además llevaba el pelo rubio muy corto, y sus ropas... estaba ataviada como un muchacho. Pero su sonrisa al cruzarse nuestros ojos fue tierna y llena de motivación, o al menos eso me pareció en ese momento. Tenía los ojos más brillantes que lo usual, eso lo recuerdo muy bien, y que luego de que me haya tomado la mano, dedicó muchos halagos hacia mis recientes escritos. _He esperado mucho para poder conocerlo. Nunca hubiera imaginado_susurró_ que tendría usted un rostro tan pálido y bello._ yo me fui a sentar y ella me imitó, sentándose a mi lado... algunos invitados miraban. Supongo porque ella estaba casada y su actitud sería vista como demasiado impertinente, lo cual, a mí claro, me importaba un bledo.
_Es que he estado un poco enfermo_fue mi respuesta a sus elogios y suspiros. La mayor parte de los invitados ya estaban en el salón de baile pero ella no se fue de mi lado durante toda la velada. De pronto estábamos discutiendo sobre literatura y poesía y las horas pasaron sin que nos diéramos cuenta. Cuando los invitados empezaron a irse, nos levantamos y tuve que despedirme de ella. Fue un momento, confieso, doloroso. Nunca había conocido a nadie tan fascinante. Hasta ese momento, había estado seguro de que las mujeres no podían comprender los deseos y pensamientos de los hombres. Me vi forzado a desechar esa idea por Caroline Lamb. La dama era brillante. Era artista, pintaba en acuarelas y escribía, además de estudiar latín y griego. Otra de las aficiones que teníamos en común eran los perros y los caballos. También componía y tocaba el clavicordio muy bien, y el laúd. Una vez me pidió que interpretara para ella una de las canciones que había compuesto. Yo estaba...Fascinado por ella. Claro que me molestaba mucho el detalle de que era casada, aunque eso nunca me detuvo a la hora de poseer el corazón de una mujer. Y estaba seguro de que ella me amaba, pero no sabía en qué medida, y, con el pasar del tiempo, necesitaba saberlo desesperadamente. Su esposo, William, un anodino noble, la tenía muy abandonada. Estaba metido en el enredado mundo de la política, y sin tiempo para nada más, y a mí claro, no me importaba nada en ese momento que no fuera Caroline. En los bailes dejó de bailar para estar siempre sentada a mi lado haciéndome compañía. Las otras damas estaban escandalizadas. Comenzamos a vernos en lugares más privados y lejos del público. Sí, estábamos enamorados, pero ella se negó a dejar a su esposo a pesar de decir que sólo me adoraba a mí, y yo, que ya había pasado por esto, me enfurecí mucho con ella. _Dios mío,_recuerdo haberle gritado enfurecido_ por cierto que pagarás por esto, retorceré aquel pequeño corazón obstinado!
Pues yo no quería ser solo su amante, sino el amor de su vida y su única e imperecedera pasión. Y de no ser así, oh, la haría pagar por ello. Pero al comenzar a ver mis agresivas reacciones, al pasar el tiempo, percibí que estaba cambiando esa terca manera de pensar suya. "No puedes amarnos a los dos, no ves lo cruel que eres, Caro!" Y ella lloraba, en mis brazos, y me rogaba que tuviera paciencia, algo de lo cual carezco pues me parece que la vida es demasiado corta para malgastarla esperando por algo que debiera ser la felicidad perfecta o en cambio, nada. Un fiel y querido amigo fue mi confidente durante este turbulento tiempo, John Hobhouse, joven y sensible, estaba muy traumatizado al enterarse de mi prohibido affaire con Caro. Me pidió, no, me rogó, que por el bien de ambos la abandonara, Caroline estaba cada vez más inestable. Decidí, por consejo de mi amigo, tomar distancia. Cierto día, Caroline se apareció en mi residencia, como un espectro. Estaba más delgada, casi esquelética, y ojeras profundas afeaban su bonito rostro. Había estado enviándome cartas a mi residencia, cartas cada vez más salvajes, depresivas y alocadas, a las cuales, consideré mejor no responder, harto ya de ella y de su indecisión. Mis amigos, Hobhouse entre ellos, me apoyaron, lo cual lo hizo más fácil. Ella arribó a mi residencia, sola, al parecer sin importarle nada, lo cual de llegar a oídos de alguien, podría ser nuestra ruina social. Mi amigo John estaba conmigo y fue a recibirla. Los escuché gritar, ella decía que necesitaba verme. John le rogaba que por favor se fuera. Estábamos por irnos al campo hasta que pasara esta tormenta, hacia Harrow. De pronto, los gritos se hacen más fuertes, y veo desde mi cuarto que Caro tiene un cuchillo en su mano, y que amenaza con cortarse las venas._ Por favor, no lo hagas_ le dije al salir, con mi voz más persuasiva_ ella dejó el cuchillo, y yo sostuve su mano. Ella se deshizo en lágrimas entre mis brazos, y sentí mucha pena por aquella a quien en un tiempo supe adorar. _ Por favor, Byron, prométeme que vendrás a verme antes de dejar Londres otra vez._ Se lo prometí de mala gana, y no por deseo, sino por compasión. Después de eso, los sirvientes le prestaron unas ropas adecuadas para que saliera sin ser reconocida. Días después recibí una carta horrenda, junto con un inusual y ¿como podría llamarlo? alarmante regalo dentro. Su sangre estaba ahí, en el papel, junto con estas palabras:
"Te pedí no enviar sangre pero aún así, yo lo hago, porque si significa amor, me gusta tenerlo. Corté el pelo demasiado cerca, y sangró demasiado, más de lo que tu necesitas. No hagas lo mismo que yo y reza, no pongas las puntas de las tijeras cerca de donde crece el pelo, muy pronto, cortaré el brazo o la muñeca. Por favor, sé cuidadoso."
Bueno, aparte de la sangre habían pelos en el sobre, y no eran los de su cabeza. Esa mujer, estaba completamente demente. Creo que esto fue el verdadero comienzo del fin. Debía dejarla de buenas a primeras.
Fue muy lamentable que en agosto 12 me hayan obligado a visitarla de nuevo, comentando lo mal que lo estaba pasando. Estaban los padres presentes, y ella misma afirmó, que huiría conmigo si yo se lo pidiera, a lo cual le supliqué, no solo yo, sino sus padres y sus amigos, que volviera a Irlanda junto con su esposo. Ella se negó rotundamente a eso. Mujer testaruda e infiel, más allá de cualquier imaginación, mujer endemoniada, loca y perversa. Finalmente y entre sus amigos y parientes la convencimos de dejar Londres para ir a Irlanda. Para mejorar su deplorable estado de ánimo, es que le escribí esta pequeña carta de despedida, con la intención de que fuese al menos un pequeño consuelo. (Yo la había querido mucho)
Mi queridísima Caroline: Me has visto arrojar lágrimas, que tal vez no merezco arrojar, en la agitación de haberme separado de ti, debes saber,que aún así, intenté demostrar mis sentimientos hacia ti, y espero que mis palabras y mis acciones hayan demostrado que hubiese renunciado a todo y a todos por ti, y que hubiera volado contigo, mi amor, adonde sea, renunciando a todos hasta la tumba. Pero fuiste tu la que te abstuviste de ello, y ahora, ¿Debes malinterpretar mis motivos? Porque debes saber que fui tuyo, completamente tuyo, en el amor, en el honor, para volar contigo adonde fuera y en el momento que sea."
Mientras estuvo en Irlanda siguió escribiendo aunque menos, ya no me importaba un bledo en verdad. Había comenzado otro romance mucho más tranquilo con una condesa que, cosa divertida, era amiga suya, o al menos hasta el comienzo de dicho romance. Lo cual me echó en cara, como si fuese mi culpa! Le respondí de la forma más recta y galante posible, ya estaba harto de sus acosos, más que harto.
La carta decía así: No, no soy tu amante, ya no, y esta persecución si me permites decirlo, es muy poco femenina de tu parte. Estoy en estos momentos en una relación con otra, que por motivos de pudor, su nombre, sería deshonroso mencionar (aunque recuerden, ella ya lo sabía. De hecho intentó hacerle ver al esposo que la condesa le estaba siendo infiel. A lo cual la condesa encontró muy divertido, siendo motivo para ambos de grandes risas) Nunca le perdonaré la predilección que sientes a favor mío, ni volveré a ser tu amigo, jamás. Además, deberías considerar cambiar esa vanidad ridícula tuya, te doy ese consejo, y esa necesidad caprichosa que impones sobre los demás. Por lo demás, déjame en paz por favor.
Pero las cosas no iban a terminar ahí, Caroline continuó escribiéndole cartas al esposo de mi amante, Lord Oxford, intentado ponerlo sobre aviso de la situación. Supe que estaba devastada, física y mentalmente, y que le habían practicado unas sangrías. Luego en Londres nos cruzamos un par de veces. Su cara, esquelética, era, para mí, el reflejo de que los celos y la ira la devoraban por dentro. Recuerdo en una de esas reuniones, en casa de mi amiga, lady Melbourne, haberle comentado que estaba siendo acosado por un esqueleto. Ella rió mucho, pero yo no, la devoción enfermiza de Caroline me fascinaba, pero a la vez me parecía demasiado repugnante. Una de las últimas veces que la vi, fue en una fiesta de máscaras, a la cual asistí con mi hermana Augusta. Caroline me vio, y eso que yo iba bastante de encubierto, disfrazado como un monje para evitar las miradas. Se me acercó, y burlona, me dijo_ Supongo que puedo bailar, ahora. _ Con todos los que estén presentes_ le respondí_ Siempre me ha gustado admirar tu destreza._ Entonces se acercó a la mesa, y tomó un cuchillo, acercándolo a mí, enfrente de todos los presentes, que estaban escandalizados._Si vas a actuar con un romano, Caroline, hazlo, de una buena vez_le susurré_ pero no pierdas tiempo clavando ese cuchillo en mi pecho, pues aquí_me señalé el corazón_Ya me has lastimado suficiente. Prueba con el tuyo, mejor. Nos harías un favor a ambos!_ Caroline me miró con una expresión de dolor como si se hubiera clavado el cuchillo, el cual arrojó al suelo, pero no sin antes cortarse la mano, mientras salía llorando_ Byron!_ a todo pulmón.
Una tenebrosa noche, el esqueleto decidió aparecerse en mi casa, vestida de paje, y dejó escrito en uno de mis libros un extraño ruego: Recuérdame. Acaso se puede olvidar a una persona así? Le respondí con un poema, con el que quisiera cerrar esta larga, triste y aburrida crónica.

Te recuerdo! te recuerdo!
Ni el Letheo con sus aguas podría borrarte,
El remordimiento y la vergüenza se aferran a ti,
Y te acechan como un sueño febril!

Te recuerdo! Si, no dudo.
Tu esposo también debe pensar en ti:
Pues ninguno de los dos te olvidaremos
Tú falsa para él, y un demonio para mí!

Tuve un momento Keats hoy por la tarde mientras me nebulizaba. El exceso de mocos bronquiales y el recuerdo de la marquesa de Harvestone me hicieron escribir estos versos. Se lo dedico y le agradezco por su amistad, aunque el poema parezca una declaración apasionada, al ser escrito por mí, sabemos que ello es imposible. Uno hace tiempo que dejó de sentir...!

I have in the world,
four things there for me,
the moon, and the stars,
and also the seas.
And then, I have thee...

And I found in you,
of all these perfections,
the bright of the stars,
my deepest affection
that glitters your skin,
the pale and the dark,
oh, heavenly queen.

And blue, lost and deep,
You keep in your eyes
the lovely of all,
The majesty seas.

And I find myself,
so lost into thee
that I want to sleep
this wonderful dream
lost, deep into you,
as inside the seas
oh, marveled blue,
skies, moon and thee.

Please, blind me in your bright
and drawn me in your arms
I´m lost, in the dark
if you have my heart
the majesty night.

Vuestro,

Lord Byron

Encuentro con Lamia

Recuerdo haberme perdido cierta vez, en una antigua ciudad, como extraviado en un vaporoso sueño. Era la hora en que el día muere y las sombras se alargan, mientras los susurros de la existencia parecen decrecer. Sólo era guiado por una oscura motivación, desconocida para mi conciencia. Era una voz hipnótica que despertaba en mí la bruma del misterio y del temor hacia lo desconocido, tan seductor para mi curiosa alma. Guiado por esa mano de niebla incorpórea, recorrí unos laberintos intrincados, construidos de antes de la era medieval, que bajo la luz mortecina, brillaban más que la luna. Hasta que los susurros misteriosos me llevaron a internarme en una estrecha abertura, que apareció ante mí para engullirme como si fueran fauces. Tuve que recorrer a continuación un túnel de paredes muy juntas, oscuras y opresivas, mientras esa mano fantasma tiraba de mí. El aire estaba enrarecido, húmedo, infestado por los siglos, mas era ya imposible dar la vuelta atrás. Mis pasos resonaron en esa milenaria oscuridad, cubriéndome a la vez como una mortaja. Sin duda los primeros sonidos, luego de largos siglos de espera, fueron los de mis inseguros pasos, y el ritmo frenético de mi acelerado corazón. Mi respiración casi se había detenido cuando al doblar un recodo se hizo la luz. Luego de ese largo trecho de oscuridad, mis ojos, acostumbrados a la ausencia de luz, dotaron a la visión que se abrió ante mí de un resplandor onírico, y casi místico. Me hallaba frente a un excelso jardín, magnífico y exuberante. Detrás de mí, se habría el hoyo por el cual había tenido acceso, semejante a una horrorosa boca abierta en un grito silencioso y eterno grabado en piedra. Pero el jardín rebosaba belleza y vitalidad, las flores rojas, damas de la noche, resplandecían junto al cortejo de las luciérnagas. Árboles agrestes y maravillosos en su robustez, bordeaban el jardín, cual soberanos, meciéndose sus ramas de belleza sin par, ofreciendo reverencia a la reina noche, e invitando a bailar a la brisa nocturna. Cuántos matices diferentes y fantásticos, para la inspiración de un poeta! Mientras mis ojos asombrados se posaban en todas estas cosas, me detuve a contemplar los límites del jardín, que parecía no tener fin, mas no era otra cosa que una ilusión óptica, ya que con mayor detenimiento pude observar que altísimos muros sin aberturas visibles lo bordeaban, cubiertos por una carpeta de enredaderas entretejidas, desde donde las más altas luciérnagas brillaban como estrellas distantes. También descubrí que no estaba solo. De entre la niebla cada vez más creciente del anochecer, figuras de pálida piel parecían manifestarse. Hermosas deidades del panteón griego, magistralmente esculpidas en blanco mármol, me observaban. En sus expresivos ojos de piedra blanca, pude leer desde asombro, hasta satisfacción, o desprecio... Quién pudiera, pensé para mis adentros, poseer tal dicha de pertenecer a ese paraíso de dioses, que no son más que la exaltación de los sentimientos más bellos de los hombres! Y de los más terribles, también...Y mientras navegaba en los mares de estas cuestiones poéticas y filosóficas, un sonido agudo me sacó de mis pensamientos. Una voz de campana de plata, de timbre argénteo, acarició mis oídos, quebrando el eterno silencio.
" He esperado por vos, milord" suspiró la voz dentro de mi cráneo, y ya no pude pensar con claridad, me había paralizado, transformándome en una estatua de carne y sangre palpitantes. Sólo fui capaz de verla venir hacia mí, envuelta en niebla, tan leve que flotaba en mi dirección como llevada por las alas de las mariposas. Y aún así, a pesar de contar tan sólo con la luz de la inconstante luna, iba ella cubierta de resplandor, que irradiaba de su rostro y de sus ojos. Y quise preguntar "Quién Sois?" Mas mis labios estaban adormecidos por algún siniestro hechizo. Y pensé, qué idioma hablaba ella, si era inglés o griego. Acaso puede discernir eso un alma inmersa en un nebuloso sueño? Iba esta dama con la melena suelta, era rubia como el oro bruñido, su vestido blanco radiante como espuma de mar. Y cuando estuvo a mi lado tendió sus esbeltos brazos hacía mí, y recorrió toda mi apariencia con sus pequeñas manos. Como lo haría un ciego que se maravilla con lo que jamás ha tocado, y lo atesora con suaves caricias. Mi mente era testigo mudo de todo y vagaba en un cosmos de inmovilidad. " Tienes una espada" dijo "Es una espada turca, o albanesa" hablaba en suspiros adorables, mientras con sus manos de marfil sostenía el mango de mi espada que colgaba a un costado de mi cuerpo como un adorno inútil. Me miró a los ojos levantando su hermosa cabeza, con una mirada dotada de tal ternura, que habría hecho llorar a los santos, mientras que con su argéntea voz suspiraba "La encuentro muy atractiva y es muy fálica por cierto" Y vi en el revés de su brazo, mientras jugaba con la empuñadura, sacando la espada y volviéndola a enfundar en la vaina, que tenía un nombre escrito sobre la blanca piel. Un nombre en griego escrito con letras griegas antiguas: Abraxas, decía, tan sutil como el beso de un niño. " I am your lady and you are my lord" dijo, al abrazarme. Y ante mi pasmado asombro me vi a mí mismo en movimiento, como un títere, me vi inclinando la cabeza, el cuello, mientras la dama, lady Abraxas, acercaba su cabeza a la mía. Sentí ceder todo resto de cordura y voluntad, cuando mis labios, esclavizados por sus encantos, depositaron un beso entre su cuello y su rostro. Una mágica región de su anatomía, sin lugar a dudas. Pues entonces sentí revivir algo de la voluntad perdida y la vida robada, mientras en mis brazos esa criatura celestial se deleitaba, le susurré: " tu sabes que te amo, pero para tristeza de mi corazón, aún no puedo pertenecerte, no por completo." Y ella me sonrió, sus ojos de gris metal me hipnotizaron, y la escuché decir entre campanadas de plata, mientras susurraba: " Ya llegará ese día, milord, en el que yo seré tu dama y vos mi caballero, cuando retornes a Grecia, yo retornaré a ti, y cada aliento de tus labios y cada gota de tu sangre serán míos, y tu alma morará en este jardín por siempre, junto con la mía!"
Lo siguiente que recuerdo fue recibir al sol perdido entre las ruinas de una antigua villa. Todo rastro de la dama y del jardín maravilloso habían desaparecido.

Yacer

Dureza y frialdad de mármol
sólo sentí cuando desperté
esta mañana a la cual
de la noche no diferencié
porque a mi alrededor no hay sol
ni estrellas ni luz de luna
no existe claridad alguna
q disipe de mi las tinieblas
con q el destino une las hebras
de las desgracias q mi alma abruman

Dormir y despertar,
ya todo es igual
es tanto lo mismo
pesadilla o realidad,
es la calma tortura
es yacer... y no más...

Es iuna bóveda negra
sin ventanas y de bajo techo
abandonada en la vacía soledad
esta donde yace mi lecho
alejada de toda la piedad
de una palabra, un beso, un abrazo
y hoy q de aliento estoy escaso
ha sido hermosa mi suerte
q me guió a la dama muerte
quien me acunó en su regazo

Dormir y despertar,
ya todo es igual
es tanto lo mismo
pesadilla o realidad,
es la calma tortura
es yacer... y no más...

A. de la Desolación

Domingo cae de visita


Golpean la puerta.
-Quien es?
-Domingo
-Q domingo?
-El de todas las semanas
Lo deja entrar, solo porq es conocido ya q mucho no se lo banca.
-Como estás? -pregunta Domingo
-Recien me acabo de levanter, y estaba bien, pero creo q cuando entraste me empezó a doler la cabeza...
-Q hiciste anoche? te vi pasar por la calle
-Me acosté como a las 4, fuí a la fiesta de un amigo y cuando todos terminaron dormidos no quedó lugar para mí.
-Los ví a ellos, están peleando por las sobras del asado
El muchacho siente q el asado sube hasta su garganta y por un momento cree perderlo, pero no llega a eso.
-Q querías decirme?
-Nada
-Y para q viniste?
-Tengo q estar acá. Es lo q hago siempre...
-Andate q quiero descansar...
-Por q no me aguantas?
-Porq sos aburrido, me dormís con tu silencio, y cuando hablás me recordás todo lo molesto de la semana. Andate
-Cuando me valla vas a querer q vuelva -dijo Domingo. Y se levantó y se fué.
Cuando el muchacho se quedó solo, se dió cuenta de q en un par de hora tendría q ir a trabajar...

No rompan las futbols!

Después de despegar a Adi del sillón tras un fin de semana de partidos televisados gratis quedó un saldo de una camiseta destruida, un sillón a retapizar y dos frascos de colirio. Aparentemente, era necesario decir algo al respecto...
Cual es la razón por la cual esto no pasaba? Plata, casi seguro. Multicanal, cablevisión, como carjao se llame... q onda? Pagabas el cable para ver los partidos, un mes después te lo aumentan y al siguiente sigue el mismo precio pero tenes q pagar aparte para ver el pertido q te interesa.. vayanse a la... bué... El caso es: aquellos q pasamos por esto estamos contentos con q se vea futbol gratis peeerooooo... y la tarasca? la pone el Pingüino?
(Nota: de los 10 miembros de Crepúsculo GRP 8 somos de Lanús, y a nuestro rival, "B"anfield, también lo llamamos Pingüino por pecho frío)
El fin justifica los medios, dijo un amigo. Pero el futbol, en este caso puntual y desde el punto de vista de la gente de la corona de plástico, es un fin o un medio? quien gana y Q es lo q gana? Gana el 7? El 7 sería, juego de palabras, un medio, aunque Adi insiste en q el 7 es delantero y Soldier le arroja la pelota directo a las... bueno, no nos apartemos del tema: hay un QUE y un COMO, y en este caso el QUE está bueno, el COMO no tanto porq el futbol es algo popular y no público (frase del Diego) y los de la falsa corona no deberían meter mano; si apuntamos a un PORQUE, no solo en q muchos clubes andan para atrás sino en la intención de los de arriba, todo se vuelve quizás confuso, quizás pecaminoso. Quizás una mierda de negociados de quien-sabe-cuantos millones de euros... y mientras tanto hay una cantidad de millones q los truchos de arriba invierten en futbol en vez de otras cosas [quizás] más necesarias...
Pero el futbol está a salvo. Carlitos Tevez, un chico pobre nacido en Fuerte Apache, dijo textualmente si no hubiera sido futbolista habría sido cartonero con lo cual pensamos: a cuanto ascenderían los índices de desocupación, pobreza y quizás también delincuencia si millones de pibes no estuvieran metidos en el deporte? Muchos chicos en inferiores de clubes de barrio se mantienen alejados de la droga y el alcohol por la responsabilidad de los entrenadores q los rajan del equipo si los cazan con un pucho encima por la calle. Socialmente, q exista el futbol sirve.
Estas son posibilidades. Las opiniones en la redacción están divididas, pues decir "inviertan en detener la pobreza" delante de Soldier implica la respuesta "sí, inviertan en balas y máten a todos los pobres!"; y por otro lado hablar de q si votamos contra los K significa tener q volver a conectarse al cable, implica q Adi tenga un voto cantado en las próximas elecciones.
Este fué el Reporte Flagelín NºXXXVIII
Por tele se ve cual es cual jugador, si fué o no penal, si había orsai, las repeticiones, y todo más claro, pero no dejamos de ir a ver al grana loko!!! Todos a la tribuna a alentar al capo del sur!!! Vamooo la 14 no podeeemo peeerdeeeeer...!!!