Irresponsables:

H - Ewan Dusk: dirección y redacción

Hellin Dusk: diseño y redacción

Byron: redacción y edición



Tramite


Era el día en que cumplía 18 años. Estaba por entrar a un lugar donde sabía que me esperaban con torta y cosas de colores q hacen big noise. Cuando abrí un señor grandote me cerró el paso, y aunque estaba muy sonriente me pidió mi nuevo permiso. "Permiso para q?" pregunté, "para vivir" respondió y siguió "no es lo mismo vivir siendo nena que siendo grande". Fuí hasta una oficina. Una enorme fila llegaba hasta un escritorio q apenas podía ver. Cuando llegué dije q quería mi nuevo permiso para poder ir a mi fiesta, y una señora de rostro arrugado, sin mirarme siquiera y aún antes de terminar de preguntar, me dijo a q ventanilla tenía q ir y hacer fila, y me dió un papelito con un número de cinco cifras.
Pasaron horas o días, no sé, hasta q terminé la fila y un señor de anteojos enormes con marco marrón me pidió mi nombre, y cuando se lo dije lo anotó en una computadora cuya cpu medía dos metros de alto y uno y medio de alcho que rugia como un diesel cada vez q press ENTER. "Aaaaah!" exclamó largo, como si se acabara de librar de algo pesado q tenái encima "tiene deudas, señorita!" dijo y empezó a nombrar adelantandose a mi pregunta: "No tuvo una decepción amorosa, no sintió ira irrefrenable, no decepcionó a nadie amorosamente, no frustró los planes de un amigo, no llegó tarde a un evento importante, no reaccionó mal ante un problema trivial, no..." y estuvo así un rato, hasta q perdí la cuenta de cuantas faltas cometí, y, además, la paciencia: "es todo eso necesario para obtener mi permiso?" pregunté, gritando. "Obvio" "Porq?" "porq lo dice el manual" "pero de q me sirve?"
Después de un rato me dijeron q estaba atrasando la cola y pregunté: "No puedo tons sacar mi permiso?" y el señor de los anteojos me dió un recibo "volvé en 130 días, y te lo doy, pero lo q debés vas a tener q pagarlo con intereses... o sea, en vez de una decepción amorosa vas a tener tres o cuatro, en vez de ..."
Salí de la oficina chocándome con dos docenas de millones de personas. Salí a la calle, se echó a llover, y el recibo se arruinó con el agua.