En nombre de H

Pasan a un lado de mí
y como mortal me ven los hombres,
pasan y así me llaman
por aquel q no es mi nombre.
Pasan también los guerreros
y cual a diosa es su reverencia
ante mí, apenas más q persona,
mas solo por mi ascendencia.

En la impía oscuridad
ruego a madre-noche otra gracia
q me describa en verdad
tal cual soy, sin aristocracia;
un apalabra tan solo
para expresar mi naturaleza
tan lejana a la alegría
y tan humilde en belleza

Quiso la luna llamarme
como la absoluta verdad
llena de fuerza y pureza,
de honor, lealtad, sinceridad,
pero un NO fue mi respuesta:
demasiado de mí se esperaba
demasiado para una mortal
q de privilegios renegaba.

Fue en tonces q una estrella
tan sabia como negra y brillante
halló dormido en el bosque
el sonido bello y errante.
Susurrado entre las sombras
emamando de una lápida gris
el nombre vagaba solo
hasta q la espera tuvo fin.
Nacido hacía tantos siglos
en antiguas tierras de Grecia
Aguardaba la llegada
de un alma ni vana ni necia,
una pequeña como yo
nacida entre amor y tragedia
a quien aunque joven aún
dragones y demonios la asedian.

Esta es mi bendición
o quizás mi elegida condena
al llamarme desde hoy
la madre oscuridad diciendo: Helena