RF11: El deber y la caída

En la redacción nos fué entregada una carta supuestamente anónima (aunque sabemos de quién fué), cuyo contenido analizaremos en dos entregas, comenzando con este mismo Reporte Flagelín nº11:

"Mi nombre fué U. Mi nombre es H, el que me dieron cuando nací. Cualquiera sea mi nombre, ese soy yo. Y tengo miedoTengo miedo de que siendo H pierda aquellas cosas que hacían de U un ser admirable. Tengo miedo de ser capturado por las fuerzas del mal cuando esté cumpliendo con mi deber, que me persigan cuando un gesto propio de mi naturaleza les haga notar que no pertenezco a su clase.Tengo miedo de abandonar de a poco mi deber y mis gestos. Tengo miedo de que así acabe siendo uno de ellos.
Ellos? Son millones, lo son desde hace mas de tres mil años, suficiente para haber moldeado el mundo a su imagen y semejanza. Podría elegir ser como ellos, y vivir en un mundo donde todos quienes me rodean serían mis iguales, sería apoyado y tendría más amigos de los que llegué a tener siendo U, y quizás llegaría a encontrar felicidad en hacer puras boludeces.
O podría apartarme, a sufrir en soledad entre las sombras, sabiendo que quienes son más no necesariamente son mejores, que si no tengo fuerza suficiente para cumplir con mi deber al menos podré esperar mi final dignamente sin entregarme al enemigo."

Esto no pretende deprimir a nadie. Sólo es un recordatorio de que aquello que nos dictan la absoluta verdad y nuestra propia moral no necesariamente nos llevará a ser "felices para siempre". Seremos acaso tan egocentristas que no hacemos lo que creemos a menos que nos lleve a nuestra propia gloria? Se puede decir que nuestro final sufrimiento no es algo glorioso? Pregúntenselo a quienes murieron de espaldas a un paredón, bajo una guillotina, sobre una hoguera... o colgados de una cruz.

(continuará...)