La luz se ha ido, como cada año
otra vez mi cielo está cubierto
marchitando cada flor en mi jardín
hasta dejarlo gris y desierto.
Llueven preguntas frías y sucias
que solo riegan más dudas
que solo hacen brotar inquietud
con ramas espinosas, frías y duras.
Alguien toca a la puerta,
con este clima solo puede ser ella,
en esta fecha, como cada año,
con la horrible cara... pero tan bella
No quiero abrirle, sé que no debo
pues apenas el picaporte gire
avanzará inundandolo todo
y habrá sombras por donde mire.
Y aún así mi boca dice
"pasa!" y luego quedo mudo
sé lo que ocurrirá y me siento
en el rincón más oscuro.
Oigo sus pasos lentos
pues sabe que no buscaré la huida,
sabe que me alcanzará,
y también sabe todo de mi vida.
Llega primero un fantasma
como un niño que corre inquieto
y me anuncia eufórico la llegada
de la dama que sin respeto
entra a mi aposento sin mirarme
mantiene sus ojos cerrados
esos ojos que de tanto gusto
y dolor llenaron mi pasado.
Entreabre sus tiernos labios
y su voz entona la melodía
sin palabras, solo un arrullo
que me trae pesadillas a mediodía.
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