Mas allá de que el síndrome de conducta este dado por múltiples factores, la realidad demuestra la incidencia que este tiene sobre terceros que nada tienen que ver con la problemática planteada por el mismo. Aún así, resulta interesante ver la pelea de poder resultante, valga la redundancia, al encontrarse dos individuos con la misma tipología emocional sin saberlo ambos. En este caso, las dos personas caen ante sus propios conflictos y deficiencias internas, creyendo ver cosas que en realidad no suceden, como una atracción entre ambos, una conexión implicita, que comprobaremos luego, no existe.En diferentes casos analizados, se pudo ver enfáticamente que los sucesos ocurridos para provocar tales efectos, son distorsiones de una relidad ficticia, algo que creen posible, no a un largo plazo, sino inmediato, solo para satisfacer el vacío que ambos pudieran sentir, sea del tipo que fuese; sentimentalmente hablando, desde ya.En la totalidad de los casos se pudo comprobar que la patología empeora al realizarse este tipo de encuentros, repetimos, sin conocer cada uno de los afectados su condición.La terapia se considera actualmente una solución viable para mejorar las condiciones de esta situacion, pero desconocemos las cifras que avalan estos argumentos.A saber, las personas que padecen esta patología son en ambos casos con algun tipo de desarraigo, con problemas de caracter y/o conducta, y gente con problemas de socialización no tan severa como el comun de la gente cree. Las diferencias radican en los lazos que tejen internamente al estar necesitados de aferrarse a algo, creyendo amistades y sufriendo luego por ellas cuando internamente, por la distorsión mencionada anteriormente, el lazo no es tan fuerte por una de las partes...
Extraído del best seller "Problemáticas emocionales y otras boludeces" de mi propia autoría, publicado por Editorial "Callate la boca!".
Lars Kronstadt.
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