Fue una era de momentos buenos
en la juventud cuando íbamos a la par,
y preferí ignorar esos malos
q hoy han cargado los tragos
en la mesa de un humedo bar.
Ahogándome en mares de lágrimas
prometí q la olvidaría
pero fue esta maldición
q me dió una gran lección
y al fin se convirtió en poesías...
Olvido
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