"Cuál es tu nombre en la orilla plutoniana de la noche? le pregunté, a lo que el cuervo respondió Nunca más" (Edgar Alan Poe)
En la antigüedad se decía que al morir alguien un cuervo se llevaba su alma hacia el otro mundo (como en la famosa película con Brandon Lee).Fué anoche mismo cuando, luego de meses enteros de casi olvidar lo que significaba, tuve un sueño. En él aparecía un cuervo, negro como el eterno vacío interestelar y limpio como un manatial, y tras entrar por algún agujero imprecisable se posó en mi habitación justo delante de la lámpara, proyectando su enorme y sepulcral sombra sobre mí, que yacía en mi lecho tratando en vano de soñar con mi ausente amada, el único sueño que no podía ver reflejado nunca más en la realidad."Sos el mismo cuervo del poema, o estoy alucinando a causa de la comida?" le pregunté a esa imágen de la oscuridad infinita tan justamente encerrada entre un contorno de plumas. Mis palabras eran, tal como siempre que me hallo ante algo desconocido, un inútil intento de esconder mi naturaleza dramática, caótica y agónicamente enferma tras una máscara de irreverencia. Sus ojos brillantes me miraban fijamente, y fuera de un leve ladear de su cabeza no hizo ningún otro movimiento durante largos segundos que me resultaron décadas. Luego, sin molestarse en delicadezas, abrió el pico y dijo "Soy el cuervo que te mantiene de este lado de la existencia, tu ángel guardián si quieres decirlo así". "Vete, pues" le dije, "y llévame contigo a la otra orilla de la laguna Estigia hasta la rivera del reino plutoniano donde debería morar mi espíritu azotado, donde ángeles y demonios gozen peleando sus guerras por trozos de pan! Llévame, y no permitas que esta inútil vida continúe!". "Nunca" me dijo, y un escalofrío corrió por mi ser, "nunca hasta que recibas a otros tres pájaros, cuyas plumas refulgentes deslumbrarán tu vista hasta que, cegado por la luz de sus mensajes, camines a tientas por los senderos de la nada y la desolación, más lejos de lo que recorriste, más lejos de lo que jamás imaginarías recorrer, y entonces encuentres por tí mismo la senda hasta ese palacio del caos donde su majestad estará esperándote".Y al mencionar a tal autoridad procedente del reino del caos debí preguntarle si se trataba del poderoso dador de luz, de la fuerza de la creación, o de la conciencia de la ascensión, pero antes que pronunciara sílaba alguna abrió de par en par sus alas y levantó vuelo, y aunque salí a seguirlo sólo pude verlo alejarse en medio de una nube fantasmal y sulfurosa flotando más alto que cualquier torre construida por mano humana.Ahora, en medio de esta jornada llena de quemante luz y carente por completo de confortante iluminación, espero sentir mis ojos desgarrados por creturas nacidas en los infiernos, y con la sangre de sus cuencas dibujar el mapa del camino hacia la eternidad donde pertenecemos...
Un Cuervo más...
por Fantasma Gris
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