Chica X
Tu grandeza inmaculada
Tu esplendorosa presencia
Surge brillante en las sombras
Y es objeto de mi reverencia
Dejando a todos los demás
en el mar de mi indiferencia
o quizás eres tú quien existes
solo para premiar su labor,
pero no importa lo que sea
mientras me rodee tu calor
Cuando cada latir de mi corazón
se sincroniza con los movimientos
de los ágiles pasos de tus bellas piernas
y tu cabellera ondeando sin viento.
By The Way
La escoba y el reloj anti - biológico
Ocurrió una de entre tantas ocasiones q mi vieja dejó la escoba en la puerta de mi habitación mientras redactaba, esperando q captara la indirecta y limpiara el ámbito q a mi parecer y acorde a mis necesidades ya estaba limpio. Cuando volvió (sin importar q hubiera pasado media hora y yo llevaba apenas media página de Word escrita) preguntó "dónde está la escoba?". Mi respuesta: "Caminar reduce el colesterol, además volar pasó de moda".
Partamos de la certeza q en la semana hay 168 horas:
- Se trabaja entre 40 (los suertudos) y 60 de estas
- En tránsito entre sitios de 7 a 24 hs
- Durmiendo de 42 a (según médicos) 63 hs
- Cocinando de 3,5 a 14 hs
- Comiendo de 7 a 10,5 hs
- En el baño de 5,25 (si sos miembro de TheDusk) a 7 hs
PD: un saludo a quienes ahora, por sacar la cuenta de cuanto tardan cada día en el bondi, gastron el tiempo q habrían usado en peinarse
Noche solitaria
No había luces en mi camino, solo me guiaba la luna
y mis pasos vagaban a tientas sin calle ni vereda ninguna
hasta q crusose en mi andar una sombra silenciosa
q hacía a la noche de la niebla lucir menos tenebrosa;
el haz de neblina brillaba en su pálido rostro
y solo lo opacaban verdes ojos q me hacían sentir, ante ella, un monstruo .
Mientras el viento sutilmente acariciaba su vestido
hasta q a sus pies quedaba, invisible y sometido.
El mundo no dejaba de moverse, aunque lo noté con sorpresa
pues mis pies quedaron inmóviles y de su belleza era presa
Y pronto vi lento su rostro girar , y lágrimas caían de sus ojos
y al mecerse su vestido gris se llenaba de a poco de adornos rojos
pues su mirada sangraba, mancillando su marmólea belleza
con la más antigua maldición llamada por sabios la tristeza
de quien sufrió de pérdidas, de amargura y de soledad,
mas al verla directamente no hallé en sus ojo más q serenidad
La sangre no dejaba de brotar mientras un blanco pie descalzo
extendió hacia un lado, mi lado, mientras mis manos yo alzo
buscando, instintivamente quizás, en un abrazo contenerla
y ella llega hasta mi, lentamente, y es delicada y suave al tenerla
tanto como sus labios son dulces y cálidos sobre mi cuello
y tan acogedor es el momento que en nada me sorprende en ello,
ni siquiera cuando me aprietan sus manos, y la veo por el rabillo
que de su dulce y rosada boca se asoman filosos colmillos...