Irresponsables:

H - Ewan Dusk: dirección y redacción

Hellin Dusk: diseño y redacción

Byron: redacción y edición



Revelde? NO WAY!

Saludos desde el corazón de mi fondo...
Mi nombre es Ewan, creo q ya lo saben... bueno, si tuviera un lector nuevo (maldita sea, quizás no tenga un fucking nuevo lector!) la aclaración valdría más q un renglón escrito.
Bien. Soy Ewan, y mi hermano Adan es idéntico a mí. Por razones q no vienen al caso... o por un caso que no viene con razones, mejor dicho... Adi no asiste cada tanto a su actividad en un local comercial y tengo q fingir ser él y sustituirlo.
En varias ocasiones ocurrió q sus clientes a mí (o al q creían q era él) y a otros empleados q atendían, nos faltaron el respeto, nos importunaron, incomodaron, y/o atosigaron por el simple hecho de tener un p**o billete de más en sus sucios bolsillos para comprarse un café o un helado.
Dejaré de lado otras situaciones y menconaré un ejemplo por demás leve entre tanto idiota suelto. Un sujeto, por encima de los cincuenta por varios escalones, inquirió fingiendo educación aunque levantaba asquerosamente la bien hablada voz: "por qué este helado lleva dos gustos? si yo pago la cantidad no podrían ponerme la misma cantidad pero en tres gustos?". Calculo q ningún lector tuvo que servir helados alguna vez (y en caso de q sí lo lamento por ustedes) pero simplemente piloteé la situación tratando de dar un segundo argumento razonable mientras por dentro enviaba al sujeto al orificio por donde nació. Por qué segundo argumento? El primero era simplemente "porq es así, lleva dos sabores, listo viejo!"
Cada maldita ley, se respete, sea útil o no, fue creada por una razón, y el hecho de q no te importe no significa q puedas evitarla. Pero el significado oculto de esta y otras situaciones va más allá de esto q acabo de mencionar.

Si una ley de tránsito está hecha para evitar muertes por accidentes evitables y te agarran rompiéndo dicha ley, van a hacerte una jodida multa sin importar q no hayas causado la muerte de ningún salame a mitad del maldito camino. Qué ganás con rebelarte? Suponinedo el caso de que te animes a rebelarte contra un oficial de puticía en la misma manera q contra un inofensivo adolescente (?) q te sirve un heladito.
El cliente tiene la razón? NO! El cliente tiene plata! Así como tiene más plata q vos ese malparido jefe contra el cual seguro no te rebelás, como el diputado q hizo la ley de tránsito al cual ni te acercás (aparte de q tiene patovas) o como tantas otras cosas en verdad importantes con las q no presentas queja alguna! Hacete el guapo con la cana o los q controlan el sistema, no con el flaco detrás de un mostrador obligado a decrte "Sí, señor, sírvase y gracias"!
Si el flaco te sirve un helado de tres sabores, pronto vendrán otros pidiendo lo mismo y tu precedente lo obligará a hacerlo y su laburo será más duro, más lento, y sus sistema se desmoronaría. Pero vos hacés eso porq no podés, porq te sacás las ganas de hacerle lo q otros te hacen a vos, solo porq ese día q el jefe o el policía te cagaron a pedos tenés un billete para el café, no un poder verdadero en tus manos que te convertirán en el creador de un nuevo sistema.
En una época cuando sonaban las cacerolas había muchas razones para protestar, y alguien se preguntó y se respondió por quien doblan las cacerolas? por la plata propia! no por otras mil razones.
Ese flaco es como un nene, medio adolescente, revelándose contra su padre por costumbres, moral y ética, cuando el pobre es solo un instrumento de un sistema mucho más grande, pero el único a quien se anima a encarar...
Nos encantaría una rebelión... pero en pos de algo q valga...

La Boda de William y Katherine

Solo nosotros, Crepúsculo GRP, fuimos capaces de conseguir esta foto exclusiva de la boda real de William y Katherine!

...claro, no dijimos de cuáles William y Catherine! Jajaja!

Tele vición

No sé qué pensar, No sé qué decir,
no sé qué quiere el mundo de mí.
Enciendo la tele buscando distracción
y encuentro un mundo que no parece ficción.
No sé cómo es la mujer que debo amar
y encuentro una modelo de sensual mirar.
No sé cómo es el enemigo a odiar
y veo un rebelde que no para de gritar.
Es así que la amo, es así que le odio,
y así es como imágenes se suben al podio
de afectos defectos, vicios y virtudes,
es así como la tele dicta mis actitudes.
No recuerdo ese día trágico en el que nací,
ni recuerdo el día cuando a la tele conocí,
pero imagino en mi mente conectada una antena
que recibe (no transmite) las opiniones ajenas.
Apagué la tele y me di una vacación
sin veinticuatro horas seguidas de programación
me eché en la cama a unas horas descansar
y entonces descubrí que aún podía soñar.
Vi el mundo otra vez, sin pantallas ni focos,
vi que era muy diferente, a la vez cuerdo y loco,
vi colores verdaderos más vistosos por montones
y lo que no me gustó no se cambiaba con botones.

Descubrí que la modelo es un ser de plástico
nacido de un molde, útero automático;
y que ese ser rebelde que no para de gritar
es como debí ser yo mismo: quien debí de admirar.